Tres barrios-Amate es un conjunto de barriadas conocidas con el nombre de Los Pajaritos, Nazaret, Madre de Dios y La Candelaria, que fueron construidas en el este de Sevilla en la década de los 50.
Surgidas del éxodo de la población rural a la ciudad, pasear hoy por sus calles significa convivir con lenguas y culturas diversas que lo transforman en uno de los barrios más cosmopolitas y vibrantes de la ciudad.
A esta riqueza de procedencias se suma su potencial ambiental. Situado entre el parque Amate y el antiguo cauce del Tamarguillo, concentra en sus calles una de las mayores densidades de cítricos de la ciudad, así como la existencia de viales arbolados ejemplares como la propia calle Candelilla, cubiertas por una bóveda refrescante de catalpas. En cuanto al parque Amate, se trata de uno de los espacios verdes más grandes y diversos del núcleo urbano, además de ser el foco de actividades de asociaciones como Amigos del Parque Amate, o SEO Birdlife Sevilla, encargados de poner en valor la comunidad ornitológica del entorno. Comunidad que, precisamente, otorga nombre e identidad a una de las barriadas de la zona. Más allá de cuestiones simbólicas, entendemos que reflexionar de manera creativa sobre las relaciones recíprocas y mutualistas entre humanos y no humanos pueden resultar una oportunidad para imaginar la ciudad no como lo contrario de la naturaleza, sino como un ecotopo exuberante y vivo. Esta cuestión nos recuerda las reflexiones de Washington Irving al inicio de "Cuentos de la Alhambra", que escribió tras una larga estancia en Sevilla, y donde recoge:
"Muchos hay propensos a figurarse a España como una apacible región meridional engalanada con los lozanos encantos de la voluptusosa Italia. Antes al contrario; si se exceptúan algunas de las provincias marítimas, es, en su mayor parte, un áspero y melancólico país, de montes escabrosos y amplias llanuras, desprovistas de árboles; y un silencio y soledad indescriptibles, que tienen muchos puntos de contacto con el aspecto selvático y solitario del África. Y aumenta esta soledad y silencio, la carencia de pájaros canoros, natural por la falta de setos y arboledas... pero las miríadas de pajarillos que animan la amplitud del paisaje en otras tierras, se encuentran aquí tan sólo entre los huertos y los jardines que rodean la morada del hombre".
Finalmente, nos gustaría remarcar la existencia de organizaciones civiles maduras en el barrio, algunas involucradas en el trabajo ecológico, como las nombradas anteriormente, y otras como la Asociación de Nuestra Señora de la Candelaria, auténtico referente social y educativo del barrio, y con la cual compartiremos esta aventura creativa.