Cuando Barnabé Fillion cierra los ojos y piensa en Sevilla, imagina una ciudad llena de naranjos en flor. Le afloran los recuerdos del olor a azahar y a eucalipto, y se transporta a una ciudad que también huele a Jerez y a inciensos vegetales. Cuenta que conoció Sevilla en varias ocasiones porque fueron varios los proyectos que le trajeron hasta aquí. Y en todas las ocasiones, se marchó de Sevilla impresionado por la diversidad de los aromas que había interiorizado.
Queremos llenar las calles de Tres Barrios - Amate la ciudad de jardines verticales, autosuficientes a partir del agua que destilan las máquinas de aire acondicionado. Y con ellas, crear un perfume que reprodujera la diversidad y multiculturalidad del barrio. Contactamos con Barnabé, a través de Thibault Pradet, y se implicó. Era la pieza que mejor encajaba en la sinfonía de personas, plantas y pájaros: su bagaje aromático y su experiencia como creador de perfumes a partir de técnicas tradicionales se integraban en la idea de crear un proyecto sostenible.
En las conversaciones que mantuvimos, vía correo, nos contaba que pronto surgieron “los recuerdos que tenía de Sevilla”. En su imaginario destacaba el olor a azahar en la ciudad cuando, en uno de sus viajes, encontró suelos llenos de flores, y fue “tomado mil fotos de cada una de las flores de naranja caídas” a la par que rememoraba “su olor” cuando se han destilado para crear perfumes. Ese supuesto desaprovechamiento de una materia prima tan preciada, le hizo pensar sobre una segunda vida de las cosas y “los diferentes ritmos de la vida”.
Su implicación en Jardines en el aire ha despertado en su memoria todos estos recuerdos sinestésicos que le han ido guiando en la creación de una fragancia única porque, afirma, “la belleza de las creaciones olfativas reside en seguir una narración objetiva o subjetiva ligada a recuerdos personales o comunes”. Y precisamente eso refleja ‘Jardines en el aire’, “una visión de Sevilla y de la mezcla de culturas que habitan en Tres Barrios-Amate”. A partir de “aroma de naranja muy pura, muy directa, con una mezcla de diferentes inciensos distintos”, aportan al perfume la idea de ciudad multicultural que para mi transmite una idea de una ciudad. Y las notas de plantas verdes, del eucalipto y el romero y microdosis de otros elementos importantes como la pimienta rosa, el patchuli, almizcle o cedro. Notas de olores que le confieren una visión de una Sevilla diversa y que, como en todas sus creaciones, “tiene la capacidad de hacerte viajar y lograr despertar todos tus sentidos”.
Así lo presentaba el propio Barnabé: